Hoy, 10 de diciembre, conmemoramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, reafirmando nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, un principio fundamental que guía todas nuestras acciones. La dignidad de cada persona, sin importar su origen, género, orientación sexual o cualquier otra característica, es el pilar sobre el que construimos un futuro más humano.
En España, si bien hemos avanzado en muchos aspectos, aún persisten desafíos como la desigualdad de género, la discriminación racial, la precariedad laboral o el derecho a la vivienda. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado estas desigualdades, poniendo de manifiesto la necesidad de redoblar esfuerzos para garantizar los derechos de todas. A nivel mundial, la situación es compleja. Conflictos armados, crisis humanitarias, desigualdad económica, crecimiento de los autoritarismo o el cambio climático amenazan hoy los derechos humanos de todas.
El desafío es complejo, pero seguiremos abogando y luchando por todos los derechos para todas las personas. Y es que la defensa de los derechos humanos es mucho más que un ideal abstracto; es el cimiento sobre el cual se erigen sociedades sanas, prósperas y pacíficas. Al defender los derechos humanos, estamos protegiendo la dignidad inherente a cada individuo y fomentando la cohesión social. Luchas por los derechos humanos es un llamado a la acción que trasciende fronteras y culturas, uniendo a personas de todas las latitudes en torno a un objetivo común: construir un mundo donde todos puedan vivir con libertad, justicia y dignidad.
Desde APY fomentamos la cooperación internacional y la educación para el desarrollo, al ser herramientas fundamentales para la defensa de los derechos humanos. A través de la cooperación internacional, fortalecemos las capacidades de las organizaciones locales, promovemos el intercambio de buenas prácticas y apoyamos iniciativas que promuevan la sostenibilidad. La educación para el desarrollo, por su parte, es clave para fomentar una ciudadanía global comprometida con la justicia social y la igualdad.
La defensa de los derechos humanos es una tarea constante, pero también es una fuente inagotable de esperanza. Al trabajar juntos, ejercemos solidaridad en acción para construir un futuro más justo y equitativo para todas.