AidWatch 2025: Acabar con la miopía, restaurar el propósito de la cooperación internacional

La ayuda oficial al desarrollo (AOD) se encuentra en una coyuntura crítica. El informe AidWatch 2025, publicado por CONCORD [la Confederación Europea de ONG dedicadas al desarrollo sostenible y la cooperación internacional], lanza una advertencia clara: la Unión Europea y sus Estados miembros enfrentan una prueba política y moral. En un contexto marcado por presiones económicas, decisiones internas cortoplacistas y el auge de la extrema derecha, la integridad y la eficacia de la cooperación internacional están en riesgo.

La Unión Europea y sus Estados miembros se enfrentan a una contradicción fundamental entre sus compromisos declarados y sus acciones reales, especialmente en un momento de múltiples crisis globales. Los Estados miembros de la UE se encuentran en una encrucijada en la que sus acciones en relación con la AOD determinarán su posición como socios genuinos en el desarrollo mundial. Los desafíos actuales exigen volver a centrarse en el mandato fundamental de la AOD de luchar contra la pobreza, abordar las desigualdades y fomentar el desarrollo humano, especialmente en las comunidades más vulnerables

Históricamente, la AOD ha sido una herramienta clave para mejorar la salud global, reducir la pobreza, fortalecer la educación y enfrentar la crisis climática. Cuenta además con un amplio respaldo ciudadano. Sin embargo, hoy se ve erosionada por prácticas contables dudosas , desvío de fondos hacia intereses geopolíticos y una gobernanza que permite a los países donantes autoevaluarse sin rendición de cuentas real.

Menos ayuda, más desigualdad: la erosión del compromiso europeo

Tras cinco años de crecimiento sostenido , la AOD de la UE cayó un 8,6% en términos reales entre 2023 y 2024 , hasta los 105.241 millones de euros. Esta caída refleja una falta de voluntad política para sostener el compromiso con los países más vulnerables. La relación entre AOD y renta nacional bruta (RNB) descendió del 0,52% en 2023 al 0,47% en 2024, alejándose aún más del objetivo internacional del 0,7%.

Solo tres países —Luxemburgo, Dinamarca y Suecia— cumplieron ese objetivo en 2024. El resto se sitúa muy por debajo, con ratios que oscilan entre el 0,2% y el 0,4%. Esta falta de ambición tiene consecuencias directas: menos recursos para salud, educación, igualdad de género o acción climática en los países empobrecidos.

El siguiente gráfico, tomado del informe, muestra el porcentaje respecto a la Renta Nacional Bruta que destinaron los países de la UE a AOD en 2024

La reducción no es solo estadística; tiene un impacto humano devastador. El informe advierte que los recortes en AOD podrían provocar casi 400.000 muertes infantiles adicionales solo por las reducciones en el sector salud. Las proyecciones de la OCDE estiman caídas de hasta el 25% en la AOD bilateral destinada a los Países Menos Adelantados (PMA) y del 28% a África Subsahariana. Esto se traduce en la pérdida de servicios esenciales para decenas de millones de personas marginadas y pone en riesgo la vacunación de millones de niños.

Una AOD inflada: cuando la ayuda no es lo que parece

AidWatch 2025 denuncia que más de uno de cada cinco euros (21%) reportados como AOD por los Estados miembros de la UE no debería calificarse como tal. Estos flujos no son concesionales ni cumplen los criterios del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE.

Esta inflación contable es posible debido a la propia gobernanza del sistema: las reglas de la AOD son establecidas e interpretadas por los propios gobiernos donantes (en el CAD), que son a su vez responsables de cumplir el objetivo del 0,7%. Esto genera un conflicto de intereses que incentiva interpretaciones «generosas» de las normas , donde las decisiones se basan en acuerdos políticos en lugar de en el rigor estadístico.

¿Qué distorsiona realmente la AOD?

AidWatch 2025 denuncia que una parte significativa de la AOD reportada no cumple con los criterios básicos de ayuda real. En 2024, aproximadamente el 21% de la AOD notificada estaba «inflada».

1. Instrumentos del sector privado (PSI)

  • Qué son: Mecanismos financieros que buscan movilizar inversión privada, pero en condiciones de mercado o casi mercado.
  • Por qué distorsionan: No son concesionales. El CAD cambió las reglas para eximirlos de este requisito fundamental.
  • Impacto en las cifras: En 2024, los países del CAD reportaron 3.500 millones de euros (3.800 millones de dólares) en PSI como AOD, un 2% del total.
  • Crítica del informe: AidWatch los excluye por no cumplir con el criterio de concesionalidad. Su inclusión erosiona la credibilidad de la cooperación.

2. Costes de los refugiados en el país donante

  • Qué son: Gastos de apoyo a personas refugiadas o solicitantes de asilo dentro del país donante, durante el primer año.
  • Por qué distorsionan: No transfieren recursos a países en desarrollo. No cumplen la «prueba motivacional» de la AOD, pues responden a obligaciones de derechos humanos, no a objetivos de desarrollo.
  • Impacto en las cifras: En 2024, representaron el 16% de la AOD de los países de la UE en el CAD. Irlanda (34,5%), Letonia (29,6%), Chequia (26%) e Italia (24,3%) registraron los porcentajes más altos.

3. Costes imputados a estudiantes

  • Qué son: Costes virtuales (no desembolsos reales) que los donantes calculan por la educación de estudiantes de países socios en sus universidades.
  • Por qué distorsionan: No son gastos directos. Es difícil probar que el objetivo principal sea el desarrollo del país socio.
  • Impacto en las cifras: En 2023, representaron el 3,5% de la AOD total de los Estados miembros de la UE.

4. Alivio de la deuda

  • Por qué distorsiona: Implica doble contabilización. Los donantes ya contabilizan el «riesgo de impago» al conceder el préstamo (mediante el «equivalente en subvención»). Contabilizar el alivio de esa misma deuda es contar el riesgo dos veces.
  • Impacto en las cifras: En 2024, representó el 0,2% de la AOD.

5. Préstamos de AOD sobreestimados

  • Por qué distorsionan: El «equivalente en subvención» de los préstamos se calcula usando tasas de descuento arbitrarias y exageradas, fijadas por el CAD en 2014 y no revisadas desde entonces. Estas tasas (ej. una base del 5% ) son más altas que los costes reales de endeudamiento de la mayoría de donantes, inflando artificialmente el «esfuerzo» del donante.
  • Impacto en las cifras: Se estima que esta sobreestimación supuso un 1,5% de la AOD de la UE en 2023/2024.

¿A quién se está ayudando realmente?

AidWatch 2025 alerta sobre una creciente desalineación entre los objetivos declarados y la aplicación real. La estrategia Global Gateway (300.000 millones de euros hasta 2027 ) combina cooperación con intereses geoestratégicos. Solo el 16% de sus proyectos invierten en sectores clave como salud y educación, mientras que el 60% beneficia a empresas europeas.

Además, la AOD no llega a los más marginados:

  • Solo el 4% se destinó a países con bajo Índice de Desarrollo Humano (IDH).
  • El 45% fue a países con IDH medio, el 36% a países con IDH alto y el 14% a países con IDH muy alto.

Esta orientación refleja una lógica instrumental: se priorizan los intereses de seguridad, comercio o control migratorio por encima de las necesidades reales de las poblaciones más vulnerables.

El informe también evidencia que, incluso cuando la AOD no está inflada, falla en sus objetivos temáticos clave:

  • Igualdad de Género: La UE está lejos de cumplir sus propios objetivos del Plan de Acción de Género III (GAP III). La meta era que el 85% de las nuevas acciones contribuyeran a la igualdad de género para 2025. Sin embargo, en 2023, solo el 62% de la cartera cumplía este requisito.
  • Inclusión de la Discapacidad: Pese a la obligación de la UE bajo la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD), la inclusión es mínima. En 2022, solo el 3% de la AOD bilateral de los Estados miembros de la UE se reportó como inclusiva para la discapacidad. El Comité de la CRPD expresó su preocupación por el «enfoque todavía limitado» de la Comisión Europea en esta área.
  • Financiación Climática: El informe la define como «otra historia de promesas incumplidas». La financiación para la adaptación climática (crucial para las poblaciones en riesgo) es insuficiente. Además, el reporte denuncia una «situación caótica de información» , con metodologías divergentes que hacen imposible comparar o confiar en las cifras.
  • El informe también dedica un apartado a la «ayuda ligada», una práctica que daña la eficacia de la AOD. La ayuda ligada ocurre cuando un donante exige que los fondos se utilicen para comprar bienes o servicios de sus propias empresas nacionales.
  • Ineficiencia: Esta práctica reduce el valor real de la ayuda e incrementa los costes de los proyectos entre un 15% y un 30%.
  • Práctica de la UE: La UE y sus miembros no han cumplido el objetivo de desligar totalmente la ayuda. En 2024, se estima que el 24% de la AOD de la UE (excluyendo a los PMA) permaneció ligada.
  • Coste de la ineficiencia: Desligar este 24% de la AOD podría liberar entre 3.758 y 7.516 millones de euros adicionales para fines de desarrollo.

España: La gran brecha entre el compromiso político y la (falta de) financiación

Si bien España ha establecido un marco legislativo sólido y una voluntad política para aumentar su AOD y participar en la cooperación multilateral, las contribuciones financieras reales se han quedado a la zaga, principalmente debido a las restricciones presupuestarias y a la dinámica parlamentaria. Los esfuerzos de cooperación para el desarrollo de España se caracterizan por un fuerte compromiso político e institucional con el multilateralismo, pero se enfrentan a desafíos debido a la falta de financiación. El país está experimentando una lenta recuperación de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) tras una disminución significativa en la última década, y existe una brecha notable entre sus compromisos declarados y sus contribuciones financieras reales.

La cooperación española sufrió un colapso en la última década, con una caída de la AOD del 0,46% del INB en 2009 al 0,15% en 2012. Si bien se está produciendo una recuperación lenta y gradual, el marco institucional, sobre todo a nivel nacional, sigue debilitado. Las proyecciones para 2025 y 2026 indican que es poco probable que esta tendencia se invierta significativamente sin contribuciones presupuestarias adicionales. Existe una disparidad considerable entre los compromisos cuantitativos de España y su cumplimiento efectivo.

España pareciera haber sentado bases políticas y legales muy sólidas con La Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global (2023). Esta ley fija la meta legal de alcanzar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta (RNB) para 2030. El Gobierno ha reafirmado este objetivo internacionalmente, como en el «Plan Sevilla» anunciado tras la Cuarta Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4). A pesar de este marco legal, la AOD española se encuentra estancada en torno al 0,25% de la RNB desde 2023. Esta cifra representa una recuperación muy lenta desde el colapso de la década anterior (la AOD cayó del 0,46% en 2009 al 0,15% en 2012).

Un punto fuerte destacado en el informe es es la relación «positiva, regular y constructiva» entre el gobierno y la sociedad civil. Según el informe, existe un diálogo fluido sobre el desarrollo de la nueva Ley, las estrategias sectoriales y la respuesta a crisis humanitarias como la de Palestina. Sin embargo, AidWatch insta a España a cerrar esta «significativa distancia entre compromisos y cumplimiento». La recomendación principal es aumentar urgentemente la AOD para superar el 0,4% en 2026 como paso intermedio hacia el 0,7% en 2030. Además, se pide ambición cualitativa en el próximo «VI Plan Director de la Cooperación Española», reforzando los enfoques feminista, ecologista, decolonial y de construcción de paz , y fortaleciendo las capacidades (humanas y presupuestarias) de la AECID.

La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de España, como co-autora del informe, ha publicado un comunicado el cual puedes consultar aquí, en donde realiza un resumen ejecutivo del informe, así como un apartado dedicado a España en idoma español

¿Qué propone AidWatch 2025?

El informe ofrece una hoja de ruta clara para recuperar el sentido de la cooperación:

  • Revertir los recortes y garantizar presupuestos estables, previsibles y crecientes hacia el 0,7%.
  • Eliminar partidas «infladas» (costes de refugiados en el donante, costes de estudiantes, PSI no concesionales, alivio de deuda sobreestimado) de la contabilidad de la AOD.
  • Reformar las reglas del CAD, especialmente las tasas de descuento para préstamos, para que reflejen los costes reales.
  • Democratizar la gobernanza de la AOD, dando voz a los países del Sur global y un papel más fuerte a la ONU en la definición de normas.
  • Aumentar las subvenciones (no préstamos) a los Países Menos Adelantados (PMA) y Estados Frágiles, cumpliendo el objetivo del 0,2% de la RNB para estos contextos.
  • Reforzar el enfoque en derechos humanos, equidad de género, justicia climática y participación de la sociedad civil

Así pues, en base al informe podemos ver como el incumplimiento de promesas puede llegar a debilitar la credibilidad de la UE como actor global comprometido con una cooperación internacional equitativa y basada en derechos. Existe una tensión creciente entre los compromisos de desarrollo (erradicar la pobreza, derechos humanos) y los «intereses geopolíticos, de seguridad y económicos». De hecho, la UE ha incumplido sistemáticamente su compromiso de destinar el 0,7% de la RNB a la AOD y el objetivo de destinar entre el 0,15% y el 0,2% a los Países Menos Adelantados.

En esencia, el informe AidWatch 2025 sirve como un llamado fundamental a la acción para que la UE y sus Estados miembros aborden los problemas sistémicos de la disminución de la AOD, para restablecer el verdadero propósito y el impacto de la AOD en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.

AidWatch 2025 es, ante todo, un llamado a recuperar la visión. A dejar atrás la miopía contable, el cortoplacismo político y la instrumentalización de la ayuda. A recordar que la cooperación internacional no es un lujo ni una herramienta de conveniencia, sino un compromiso ético con la dignidad humana, la equidad y la sostenibilidad del planeta. El informe de AidWatch 2025 no solo presenta datos: interpela. Llama a acabar con la miopía institucional y recuperar el propósito transformador de la cooperación, volver a sus principios fundamentales: concesión genuina, asignación basada en necesidades, transparencia y justicia global, a una cooperación que sea un ejemplo verdadero de solidaridad en acción.

Por ello, continuaremos exigiendo una cooperación que esté a la altura de los desafíos globales. Que no se conforme con “hacer lo posible”, sino que se atreva a hacer lo necesario.

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