Desde la Amazonía Ecuatoriana hasta Palestina. #BOYCOTTCHEVRON

Cada año, el Día Anti-Chevron se alza como un faro de resistencia global, uniendo a comunidades y activistas de todo el mundo para denunciar el historial de devastación ambiental y violaciones a los derechos humanos de la corporación Chevron. Desde la majestuosidad de la Amazonía hasta los rincones de Palestina, las voces de quienes han sido silenciados se alzan para exigir justicia y responsabilidad corporativa.

¿Por qué un día para boicotear a Chevron? Porque este gigante petrolero representa la cúspide de un sistema extractivista que antepone las ganancias a la vida. Este día, programado estratégicamente antes de la Asamblea de Accionistas de Chevron, es una plataforma para que nos solidaricemos y actuemos por las comunidades afectadas.

Chevron y su Complicidad con la Ocupación Israelí: Un Vínculo Inaceptable

La lucha contra Chevron va más allá de la contaminación ambiental. Desde 2024, la UDAPT y el movimiento Boycott, Divestment and Sanctions (BDS) han unido fuerzas en la campaña #BoycottChevron, exponiendo la complicidad de la petrolera en el apartheid y el genocidio en Palestina. Chevron, el mayor productor de gas natural para Israel, abastece al gobierno israelí, incluyendo el combustible para sus aviones de guerra, y opera y posee campos de gas cruciales en el Mediterráneo oriental, como Tamar y Leviathan.

Desde el Action Center for Corporate Accountability, señalan que dicha colaboración no solo significa ganancias para Chevron, sino también un pilar económico para el gobierno israelí, que recauda cientos de millones de dólares en regalías. El 71% de la electricidad producida en Israel en 2023 se basó en gas fósil, y dos tercios de este fue suministrado por Chevron. Esto se traduce en que bases militares, prisiones, estaciones de policía y asentamientos ilegales dependen de Chevron.

Además, Chevron ha sido instrumental en lo que se conoce como apartheid energético. La Israel Electric Corporation, conectada a Chevron, controla el suministro eléctrico en el territorio palestino ocupado, utilizándolo como una herramienta de castigo colectivo y desposesión. Las comunidades palestinas son excluidas de la red, reciben servicios deficientes o sufren cortes punitivos de electricidad. Desde el 7 de octubre de 2023, el suministro a Gaza ha sido completamente cortado, lo que subraya la brutalidad de esta herramienta. La operación de Chevron cerca de las aguas territoriales de Gaza también ha contribuido al endurecimiento del bloqueo naval israelí, devastando la economía y la industria pesquera palestina. Es inaceptable que una corporación como Chevron se beneficie de la opresión y la violencia

La Huella Tóxica de Chevron: El Ecocidio en la Amazonía Ecuatoriana

Pero la historia de Chevron no se limita a un solo frente. Es una saga de destrucción ambiental a escala global. La compañía es una de las mayores empresas de combustibles fósiles, exacerbando la crisis climática mundial y clasificándose como la principal fuente de contaminación climática acumulada en la historia entre las empresas de combustibles fósiles de propiedad de inversores.

El caso más emblemático de su impunidad es el desastre ambiental en la Amazonía ecuatoriana. Entre 1964 y 1992, Texaco (adquirida por Chevron) vertió más de 18 mil millones de galones de desechos tóxicos en ríos y suelos, una catástrofe que aún no ha sido remediada. Esta contaminación ha dejado una herida profunda en las comunidades indígenas y campesinas, manifestándose en una pandemia letal de cáncer, malformaciones congénitas y afecciones respiratorias. En solo cuatro cantones de Sucumbíos y Orellana, se han diagnosticado al menos 531 casos de cáncer, directamente relacionados con esta tragedia petrolera. Como señala el informe «La Salud Petrolizada. Sistematización de un Eco-genocidio en la Amazonía Ecuatoriana», la contaminación petrolera es la causa principal de dicha enfermedad catastrófica en la región.

Chevron sabía el alcance de sus acciones y, durante el proceso judicial, sus técnicos intentaron ocultar la evidencia. Sin embargo, en 2011 la organización Amazon Watch recibió un paquete de una persona anónima que pertenecía a Chevron, donde entregaban varios DVD y una nota en la que señalaban “Espero que esto sea útil para su juicio contra Chevron. Firmado un amigo dentro de Chevron”

Parafraseando al líder indígena amazónico Ermenegildo Criollo, hace más de 45 años, la extracción del primer barril de petróleo por Chevron en Lago Agrio marcó el inicio de «el peor crimen contra la humanidad causado por una empresa petrolera», desencadenando una devastación ambiental sin precedentes y un ecocidio contra los pueblos indígenas y colonos.

Chevron ha activado un sistema global de impunidad corporativa, diseñado para proteger a las transnacionales de gobiernos y comunidades. Este sistema incluye asimetrías económicas, el control de medios corporativos, un sistema jurídico internacional que no está diseñado para juzgar a las transnacionales, la creación de empresas subsidiarias en paraísos fiscales, la protección de sus países de origen y el uso del arbitraje internacional. Todos estos instrumentos son empleados por Chevron para evadir su responsabilidad y la justicia ecuatoriana, buscando incluso que el pueblo ecuatoriano pague por sus crímenes.

A pesar de una sentencia judicial ecuatoriana, ratificada por la Corte Constitucional, que tutela los derechos humanos y los derechos de la Naturaleza, Chevron se ampara en un laudo arbitral. Sin embargo, el derecho económico nunca puede prevalecer sobre los derechos humanos o los derechos de la Naturaleza. Este laudo es inaplicable en Ecuador, ya que rompe principios fundamentales como la división de funciones y la seguridad jurídica, dejando en la indefensión a más de 30.000 afectados. Lamentablemente, el gobierno ecuatoriano, obediente al sistema transnacional, ha priorizado este laudo sobre la sentencia de su propio sistema de justicia.

Una Lucha Global por la Justicia: De California al Delta del Níger**

La historia de Chevron se repite en todo el mundo. En California, la refinería de Richmond derramó 600 galones de petróleo en la Bahía de San Francisco en 2021. En el Delta del Níger, sus actividades han diezmado el ecosistema y los medios de vida de las comunidades indígenas. En todos los casos, la empresa se ha negado a limpiar la contaminación y asumir responsabilidad.

Las operaciones de Chevron impactan desproporcionadamente a las comunidades afrodescendientes, exponiéndolas a la contaminación y a graves riesgos para la salud. La compañía ha enfrentado múltiples demandas por estas injusticias, incluyendo acusaciones de abusos contra los derechos humanos como tortura, trabajos forzados, violaciones y genocidio.

El Día Anti-Chevron no es solo una jornada para denunciar, sino una demostración del poder de la solidaridad. Como lo muestran los videos compartidos por Corporate Accountability y las propias comunidades afectadas, la resistencia persiste. Chevron busca dividir y silenciar a quienes ha dañado, pero la unión de las comunidades y sus aliados demuestra el fracaso de la compañía en sus intentos.

¡Actúa! Apoya a las Víctimas del Petróleo, únete a «Salud, Justicia y Reparación»

La lucha contra Chevron es una batalla por un futuro justo y sostenible. Es una lucha por los derechos de las comunidades, por la salud de nuestros ecosistemas y por la dignidad humana. Las consecuencias de la contaminación petrolera, especialmente en la Amazonía ecuatoriana, son devastadoras: enfermedades, pobreza y un acceso limitado a la atención médica.

Por eso, te invitamos a unirte y apoyar la campaña «Salud, Justicia y Reparación», impulsada por la Fundación APY. Esta iniciativa busca brindar gestiones médicas, apoyo con medicamentos y tratamientos a las víctimas de la contaminación petrolera, aliviando el inmenso dolor que sufren. Muchas de estas personas no pueden acceder a la atención médica básica ni a los medicamentos esenciales, y la impunidad y la inacción estatal solo agravan su situación.

Tu apoyo es vital. Visita victimasdelpetroleo.org para obtener más información sobre la campaña «Salud, Justicia y Reparación» y descubre cómo puedes contribuir.

¡No permitamos que la impunidad corporativa siga financiando un genocidio y destruyendo ecosistemas! ¡Por la salud, la justicia y la reparación, actúa!

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