Se han mejorado las condiciones socioeconómicas, de seguridad laboral y la capacidad de defensa de los DDHH de 886 familias de pescadores con especial atención a los afectados por la operación Plomo Fundido, con lo que se contribuido a la mejora de las condiciones de vida y de seguridad alimentaria, así como al ejercicio de los derechos de la población de la Franja de Gaza. Se han rehabilitado 80 barcos generando empleo entre los pescadores que faenan en esos barcos, se han distribuido entre 160 barcos las redes que utilizan para pescar, de las que se beneficiarán 560 pescadores. Se ha formado y sensibilizado a los pescadores para que tomen conciencia de los derechos de que son sujetos y se lleven a cabo acciones de denuncia de su situación y de reivindicación de sus derechos.